Mientras trabajaba en las fichas de personaje de los protagonistas de NeuroBar, me volvió a asaltar un concepto que vengo masticando desde hace años: los arquetipos de personalidad invertidos.
Voy a hacer un descargo de responsabilidad y decirles que esto no es una teoría oficial que van a encontrar por ahí en una biblioteca o en internet. Sino más bien es una idea que tuve sobre cómo aprovechar los arquetipos de personalidad de Jung, de los cuales hablé en otro artículo.
Justamente ese posteo se trataba de cómo usar los arquetipos jungeanos, y los arquetipos de personalidad invertidos es tal cual una manera de poner en uso la teoría de Jung.
Vayamos por partes. Primero pueden refrescar su memoria así estamos en contexto. Si ya están a tono con los 12 tipos de personalidad, vamos para adelante nomás.
Podemos llamarles Arquetipos invertidos, corrompidos, opuestos, como quieran. El punto es usar los mismos arquetipos de personalidad jungeanos, pero a la inversa.
¿Por qué invertir los arquetipos?
Ya lo dije antes y lo voy a volver a decir: las personas son demasiado amplias y complejas como para catalogarlas en sólo 12 tipos. No creo que exista ningun sistema que pueda catalogar ni clasificar realmente a las personas según su personalidad.
En el caso de los personajes jungeanos, no todos pueden ser bondadosos amantes que quieren cuidar a los demas. No todos son héroes legendarios. No todos son forajidos incurables con ansias de libertad.
Hay miles de factores a tener en cuenta en una persona, sus trastornos, sus miedos, sus traumas. Obviamente no todos los personajes van a estar incurablemente traumatizados, pero se entiende el punto.
Para mí, los arquetipos de personalidad invertidos son necesarios para la creación rápida de “villanos”.
Bueno, tampoco me gusta hablar de villanos, de buenos y malos, pero entiendo que muchas tramas necesitan de antagonistas. O bien, hombres corrientes al servicio de esos antagonistas.
El caso del Arquetipo del Hombre Corriente
De todos los doce arquetipos, primero quiero empezar por este caso porque fue el “paciente 0”, el que me dio a pensar acerca de los arquetipos invertidos de personalidad un tiempo atrás.
Si vieron la película Austin Powers, además de morir de la risa u odiarla hasta el infinito (adivinen cuál fue mi caso), recordarán las escenas en que se mueren unos secuaces, y luego le comunican a su familia el infortunio.
El Secuaz, el Matón, el “Thug”, el arquetipo invertido del Hombre Corriente, aparece una y otra vez en las historias que consumimos. Y realmente me llaman muchisimo la atención.
En la mentalidad del Secuaz, ¿qué hay? ¿Cómo llega una persona a ser un soldado más en las fuerzas de seguridad de tal villano? Los guardias que vigilan la isla de Síndrome en la peli Los Increíbles, ¿cómo consiguieron ese trabajo?
El Secuaz se comporta casi igual que el Hombre Corriente, pero tergiversando los conceptos. Sí busca pertenecer a un grupo, sí busca sentirse conectado con otros, pero su sentido común parace dictarle algo en contra del sentido común de un verdadero Hombre Corriente. Y ahí es donde toma las “malas decisiones” de sumarse al bando “del malo”.
Si quisiéramos buscar el ejemplo de Hombre Corriente Invertido por excelencia, yo creo que lo encontramos en Colagusano en Harry Potter. Llena todos los casilleros.
Analizando los arquetipos de personalidad invertidos
Mismo ejercicio podemos hacer con todos los arquetipos. Busquemos la forma de corromper sus principios más básicos, y encontraremos villanos y antagonistas sumamente interesantes.
Amante Invertido: el Obsesivo
Cuando el amor se convierte en obsesión, tenemos un problema. Podemos verlo también como un Amante al que “se le va la mano”. Acosadores o Stalkers caen en esta categoría. Su necesidad de estar con el otro se ha convertido en una búsqueda obsesiva, posesiva y enfermiza.
También podemos corromper el núcleo de este arquetipo: cambiar el amor por el odio. Un villano cuyo motor sea el odio incontenible hacia algo. De hecho, podemos pensar en numerosos antagonistas cuyo deseo más elemental sea el odio.
Bufón Invertido: el Sádico
El sadismo se trata de disfrutar la humillación y el dolor de los demás. No necesariamente un bufón invertido tiene que ser un sadista, pero me pareció una gran forma de pervertir el concepto de bufón: usar el humor para herir en vez de entretener.
Hay muchos villanos que usan el humor de manera sádica, pero estoy seguro que todos imediatamente pensamos en el Joker, ¿verdad?
Creador Invertido: el Destructor
Si el creador busca, justamente, crear, su arquetipo invertido va a perseguir exactamente lo opuesto. La visión del Destructor es el caos, y no se detendrá hasta ver el mundo en cenizas. Su impulso puede ser el desprecio o la envidia hacia las habilidades del Creador.
Incluso si pensamos en el científico loco que crea cosas “malévolas”, tiene un sentido de destrucción marcado por detrás de su inventiva.
Cuidador Invertido: el Ególatra
El egoísmo extremo se presenta como el rasgo más marcado del cuidador invertido. Sólo puede pensar en sí mismo, contrario al Cuidador, que busca proteger a los demás. El Ególatra sólo hará cosas en beneficio propio y sólo se moverá si hay un beneficio para él.
La vanalidad y el narcisismo son sus estandartes; por eso justamente Narciso es el mejor ejemplo de este arquetipo invertido.
Explorador Invertido: el Conquistador
Si el Explorador desea libertad para descubrir, el Conquistador descubre para oprimir. Como el Explorador, el Conquistador nunca está conforme; siempre quiere más. No quiere experimentar cosas nuevas, quiere dominarlas, someterlas. Sus marcas personales son la conquista, el uso de otras personas como meros recursos, y el desprecio por lo que se explora más allá del rédito propio.
Podemos pensar en Hernán Cortés y el legendario momento exacto en que quema sus naves (y si son de los que piensan que Cortés nunca lo hizo, sólo piensen en Arthas durante la campaña de Warcraft III).
Forajido Invertido: el Criminal
No es difícil invertir al Forajido, sobre todo porque el típico villano tiene sus orígenes acá. Si usáramos el sistema de alineamientos de Dungeon and Dragons, el Forajido Invertido es el personaje Caótico Maligno.
No tiene leyes, no tiene códigos, no hay reglas que puedan atarlo. La venganza, la sed de justicia propia, derrocar el orden establecido sin ningún tipo de propósito real.
Gobernante Invertido: el Tirano
Otro de los arquetipos de personalidad invertidos más fáciles de desarrollar. Cuando pensamos en corromper al Gobernante, aparecen al instante las figuras del Tirano y del Dictador. También la del político corrupto, obviamente.
Una vez más, tu típico villano puede nacer del ansia de poder. Y qué fácil que el poder corrompe… no por nada la filosofía y la sociología vienen estudiando este fenómeno desde tiempos inmemoriables.
Gobernar para el propio beneficio, algo tan antiguo como la civilización misma.
Héroe Invertido: el Héroe Caído
Si bien la antítesis del Héroe es el Villano mismo, considero que el Héroe Caído es un arquetipo invertido más interesantes de analizar. El Héroe Caído (que no se tiene que confundir con el “Antihéroe”, un concepto para explorar en otro momento), ya no busca hacer del mundo un lugar mejor.
El que antes fue una inspiración, hoy ha perdido la voluntad de pelear… o bien se ha convertido en el terror de todos. Sigue buscando ser más fuerte, sigue demostrar su fuerza, pero no en beneficio de los demás. Jamás hará un sacrificio; más bien, sacrificará a los demás para sus propios objetivos.
Arthas, otra vez aparecés como un ejemplo magnífico. Oh, cómo te extrañamos.
Inocente Invertido: el Culpable
Uso la palabra Culpable, el antónimo directo de Inocente. Y tal vez parezca que no lo pensé demasiado, pero es el tpermino que más me gusto. Si el Inocente busca llegar al paraíso y hacer las cosas bien para ser feliz, el Culpable es todo lo contrario: caos y travesuras por todos lados. Y digo “travesuras” para decirlo de manera suave.
Pero, ¿quién querría ser Culpable a propósito? Alguien que disfrute del caos, alguien sádico, alguien que disfrute de causar dolor. Un poco similar al Sádico y al Destructor, pero con otro tipo de malicia impulsando sus actos.
Mago Invertido: el Brujo
Y aquí te pongo al frente otro típico villano: aquél que, para encontrar las verdades del universo, hace un pacto con un poder oscuro y oculto, un pacto con el diablo.
El Brujo o el Negromante usan magia negra como atajo para su deseo. Es consciente de las consecuencias negativas pero, contrario al Mago, no le importan.
Sabio Invertido: el Ocultista
Arranquemos con un ejemplo para poder explicar al Sabio Invertido: Saruman. Si el Sabio busca información y conocimiento para ponerlo al servicio de las personas, el Ocultista justamente hace lo contrario. Persigue secretos oscuros y los mantiene ocultos para preservarlos. Engaña a los demás y se queda con su sabiduría para sí mismo. Tal y como Saruman.
Como el Sabio, persigue la verdad, pero una verdad incómoda, tergiversada y perversa. El líder de un culto, el hermitaño sombrío en la punta de la montaña, son buenas implementaciones del Ocultista.
Construyendo Villanos
Y así acabamos de crear una herramienta excelente para hacer villanos rápidamente.
Así como los doce arquetipos jungeanos nos siven para hacer personajes sobre la marcha, esta hoja nos expande nuestro repertorio a veinticuatro arquetipos de personalidad.
La idea no es quedarse con esto y nada más. Si vamos a crear un villano con el arquetipo del Tirano, tenemos que explayarnos y pensar por qué llegó a tener esos deseos.
No hagamos villanos que sean servidores “del mal” y nada más. En cambio, busquemos en su interior y en su pasado para construir personajes profundos y con muchos matices.
¿Qué piensan de esto? ¿Piensan que les puede servir para crear personajes? Comments please!
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