Este artículo viene con una confesión de por medio. Hace muchos años yo tenía un blog llamado Firuletes y Espirales (al final les explico el porqué del nombre), en donde compartí mucho acerca de Heraldo de los Ancestros, entre otras cosas. ¿Y saben por qué lo cerré?
La respuesta está en el título: tenía miedo de que me robaran mi propiedad intelectual. Pobre iluso yo, creyendo que alguien iba a leer mis textos, los iba a encontrar tan geniales como yo creía que eran, y me iban a plagiar.
Pero, ¿te digo algo? Independientemente de lo irreal de mi temor, me encontré con otros autores con el mismo reparo.
Y esto no aplica sólo a escritores, sino que también aplica a cualquier creador de contenido. Ilustradores, músicos, guionistas e incluso game designers. La propiedad intelectual tiene muchas aristas, y por eso quería hablar de esto hoy.
Honestamente, no tengo idea de por qué las personas somos tan celosas de nuestra propiedad intelectual. Seguro tiene que ver con el apego hacia aquello que hemos creado nosotros mismos. Más allá de la razón, lo cierto es que nos resulta muy importante y valiosa.
EDITADO: Ahora sé por qué es tan importante. La propiedad intelectual vale mucho porque es absoluta. Nos pertenece al 100% y tenemos derechos absolutos sobre ella. En cierto sentido, es lo único en la vida que realmente nos pertenece. Y una obra adquiere su verdadero valor cuando está registrada. Es un círculo que se cierra al registrar nuestras creaciones; por eso ambas cosas son tan importantes: la propiedad intelectual en sí y el registro de la misma.
Si llegaste acá buscando una respuesta a tu problema de propiedad intelectual, excelente, porque te prometo que te voy a dar una solución rápida y sencilla que a mí me sirvió muchísimo. Wait for it…
Perdido en la oscuridad
Yo, les confieso -sigo confesando cosas-, siempre fui muy ignorante acerca de todo el mundo editorial. Y sigo siéndolo a pesar de haber investigado, leído y averiguado sobre el tema.
Pero cuando era más chico, y mi única certeza era que algún día sería escritor profesional, no sabía por dónde empezar. Y no saber cómo registrar los derechos de mis obras fue algo que me retuvo durante mucho tiempo.
No conocía a NADIE que hubiera publicado libros profesionalmente, no conocía abogados y siempre fui muy tímido para pedir ayuda. Y, bueno, tampoco sabía a quién pedir ayuda.
Y en medio de toda esa oscuridad…
Creative Commons
La verdad, no me acuerdo cuál fue mi primer acercamiento a Creative Commons. Estoy seguro de que fue navegando en Deviantart, de eso no me cabe ninguna duda (antes vivía en ese sitio).
Creative Commons es una organización sin fines de lucro originada en EEUU, cuyo objetivo es el promover el intercambio de cultura.
Y ellos tenían en mente las mismas preocupaciones que vos, yo y otros tantos creadores de contenido. Y no cualquier tipo de contenido: contenido digital.
La web es un universo increíble, lleno de cosas maravillosas creadas por personas más maravillosas aún. Y en algún momento de la historia, el plagio realmente fue un problema grave.
Estos muchachos crearon un sistema de licencias para distintos tipos de contenido, con distintas atribuciones.
El propósito de una Licencia CC es sencillo: que un autor pueda crear contenido sin que se infrinja su propiedad intelectual, pero la obra puede distribuirse y compartirse libremente.
Como dije, hay distintas atribuciones: vos podés elegir que nadie más que vos pueda usar la obra con fines de lucro. O podés elegir que cualquier persona puede usar tu obra para lo que quiera. Podés elegir si querés que te citen y te den crédito por tu creación o no. Vos elegís cómo protegés tu obra.
Pero al momento de tener una Licencia CC, tenés que tener en cuenta que le estás permitiendo al mundo compartir libremente tus creaciones. No es lo mismo que un copyright.
¿Y cómo registro una Licencia CC?
En este punto de la entrada les voy a contar la genial solución que encontré cuando tuve que publicar Crímenes Rojos.
Yo quería autopublicar en Amazon en formato eBook, y en un momento del proceso te pregunta si tenés los derechos de la obra que vas a publicar. ¡Qué pregunta!
Entonces me acordé que existía CC y me puse a buscar cómo podía hacer para registrar mi libro. Así llegué a Safe Creative, un sitio web que cuenta con cientos de profesionales del derecho intelectual internacional.
Acá les voy a hacer una tercera confesión: no sólo estoy escribiendo esto para contarles mi historia y ayudar a quien le haga falta; también estoy inscrito al programa de afiliados de Safe Creative. Antes de que piensen que esto es publicidad barata, quiero ser sincero con ustedes. Yo realmente pienso que Safe Creative vale la pena, me parece un servicio excelente, y por eso lo recomiendo.
Sin embargo, no necesitan crear una cuenta paga para registrar sus obras. Claro que no, ahí está la belleza de Safe Creative. Pueden registrar muchísimas obras, dentro de un límite de almacenamiento, con una Licencia de CC, con las atribuciones que elijan.
Para ir un paso más allá, he compartido una guía paso a paso para crear una cuenta gratuita y registrar una obra con una licencia de Creative Commons.
Por lo pronto, quiero que sepan que con una cuenta gratuita pueden registrar lo que quieran, ¡y proteger su propiedad intelectual! Create una cuenta, yo te juro que la sensación de alivio es incomparable.
Pero, ¿estoy realmente protegido?
Bueno, la verdad, si te quieren plagiar, te van a plagiar. Si te quieren piratear, te van a piratear. Esto es una realidad.
Si querés estar 100% seguro, yo recomiendo dos acciones, basándome en lo que yo he hecho.
Lo primero es contratar la versión paga de Safe Creative. Cuando hacés esto, tenés registros de copyright ilimitados (de nuevo, según el límite de almacenamiento). Como ya les dije, estoy en el programa de afiliados, por lo que podés contratar el servicio usando mi link de afiliado (que ya he dejado en otras partes del artículo pero no está de más aclararlo).
Y para que esto deje de sonar a publicidad, también te recomiendo que busques un abogado especialista en el tema. Esto ya es totalmente personal, podés hacerlo o no, y podés contratar el que te dé más tranquilidad.
Yo descanso en que tengo un abogado GENIAL que me explicó cómo es todo el tema del registro de ISBN -que es como el documento de identidad de tu obra- y el registro de obras a nivel nacional. El ISBN es internacional, pero el registro funciona distinto en cada país. Es por eso que te recomiendo que contrates un abogado que sepa del tema.
Esto aplica para todo lo que quieras crear, desde una canción a un videojuego. El mundo del copyright y CC es enorme.
Disfruta tu libertad mental
Todo se resume a esto. A la larga, lo único que queremos es proteger nuestras ideas y nuestras creaciones.
A nadie le gusta que no le reconozcan su esfuerzo.
Bueno, por lo menos, a mí no me gusta y asumo que al resto tampoco. Si no, no existirían maravillas del universo como Creative Commons.
¿Ya conocías lo que era Creative Commons? ¿Conocías Safe Creative? Contame acerca de tus experiencias con tu propiedad intelectual, ¡me encanta que me cuenten cosas!
Yo lo registraba antes mediante una página, que te enlazaba… Luego dejé de hacerlo porque no me daban la dacilidad en esas páginas de publicación. Me topé con una situacion particular y la verdad me yubiese servido. Pero no fue algo tan grave más allá de una molestia.. De igualmente creo que las páginas de subida de contenido tendrían que rener habilida la opcion para enlazar tu obra a safe creatives.
No sé si a Safe Creative, pero sí a Creative Commons. Hay que tener cuidado a dónde subimos nuestro contenido, siempre leer la letra chica. Yo por eso le tengo idea a los concursos literarios. Pocas son las veces que dejan en claro de quién será la propiedad de la obra…
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