Para comenzar y darles contexto rápidamente, el Orientalismo es un proceso histórico que comenzó en la antigüedad, con base en las concepciones por parte de Europa Occidental en torno a la “identidad” construida alrededor de la región denominada tradicionalmente como “Medio Oriente”.
Ésta es la definición del autor Edward W. Said que utilizamos en mi Tesis de grado. Si ya le han echado un vistazo, no será la primera vez que lean sobre este tema.
En esta oportunidad quería dedicar un par de líneas a resumir lo que elaboramos en ese trabajo y que, además, no deja de ser vigente: hace poco leí una nota sobre Orientalismo en Cyberpunk 2077, uno de los éxitos del 2020, y tengo que decir que me entusiasmé muchísimo.
¿Por qué me entusiasmé?, se preguntarán algunos. La respuesta es sencilla: este artículo quiere decir que en el mundo se está pensando a los videojuegos desde una perspectiva no sólo lúdica. Se los está pensando como producciones de sentido, con “algo más” que decir. Me encanta.
Según este artículo, el Orientalismo de CP está basado en lo que usualmente se denomina “asiático”, lo cual también es una construcción occidentalista (dicho sea de paso, ¡”occidente” también es una construcción!).
Pero no nos vayamos tanto de tema; mejor exploremos el Orientalismo en Call of Duty 4: Modern Warfare.
De qué va COD4
Voy a admitir que la trama de COD4 no es mi favorita. Sobre todo si la comparo con BioShock u otros juegos de mi mayor agrado. Dicho esto, en cierto sentido es bastante disfrutable porque tiene esa atmósfera de misiones de espionaje y de soldado de élite que siempre tienen su atractivo.
En este juego contamos con varios personajes centrales, lo cual constituye una suerte de héroe colectivo más que un solo héroe solar que todo lo puede.
Los jugadores encarnan a John “Soap” McTavish, un nuevo recluta que se ha unido a las fuerzas británicas SAS. Soap está bajo las órdenes de John Price -personaje emblemático de la franquicia CoD-, y uno de sus principales compañeros es el simpático y bromista Gaz. En algunas misiones, también nos toca encarnar al Marine estadounidense Paul Jackson, e incluso hay un par de niveles especiales en los que jugamos con el mismísimo Price.
Toda la trama gira en torno a una serie de conflictos originados en un país no especificado de la región de Medio Oriente. Justamente aquí vemos el primer indicio de orientalismo: no importa el país, lo que importa es que los problemas nacen en cierta región geográfica.
El incidente está apoyado por un grupo de “ultranacionalistas” rusos que buscan restaurar la URSS y, por supuesto, destruir a los enemigos occidentales. En medio de todo esto, aparece un tal Imran Zakhaev, un terrorista ruso que traficaba armas durante la Guerra Fría.
El propósito de las fuerzas conjuntas británicas y norteamericanas es detener los conflictos en Medio Oriente y poner un freno a Zakhaev.
Los Buenos y Los Malos
Uno de los juicios de valor centrales de CoD4 es justamente la distinción entre los buenos y los malos. Parece algo sencillo e incluso hasta infantil, pero en una de las primeras misiones hay un diálogo entre Gaz y Price que marca todo el espíritu de la trama.
Durante la misión titulada “Apagón” (Black Out), los miembros del SAS deben rescatar a un agente ruso, Nikolai, que pertenece a un grupo de aliados. Cuando Price dice que primero deben reunirse con un contingente de soldados rusos para poder salvar a Nikolai, Gaz pregunta: “¿Éstos son los rusos buenos o los rusos malos?”.
Ante esto, Price responde: “Bueno, por lo menos estos no nos van a disparar en cuanto nos vean”.
Esta distinción es fundamental, ya que en CoD4 los valores se manifiestan frecuentemente por oposición y contraste. Además, hace alusión a la vieja enemistad por parte de Occidente con Rusia, con un mensaje que puede leerse como “no hay rusos buenos ni malos, sólo los que nos disparan y los que no”.
Independientemente de esto, los buenos, por un lado, se alzan como protectores o restauradores del status quo, es decir, de aquellos países que poseen un gobierno democrático, con presidentes elegidos por sus ciudadanos. Los malos, en cambio, son todos los que buscan romper ese status quo.
El motor de acción de las fuerzas conjuntas es el deber, entendido como un valor supremo que comprende las tomas de posición que llamaremos heroísmo y camaradería. Por otro lado, los malos no poseen un valor aglutinante, que les sirva como guía de acción; podría decirse que poseen una serie de anti-valores, que se presentan como opuestos a las tomas de posición de los buenos.
Y así… Orientalismo
Y todo esto desemboca, como dijimos en un principio, en la construcción del concepto de “oriental”.
Según las palabras de Said, este concepto consiste en “una institución colectiva que se relaciona con Oriente, relación que consiste en hacer declaraciones sobre él, adoptar posturas con respecto a él, describirlo, enseñarlo, colonizarlo y decidir sobre él”. El problema es que estas declaraciones, posturas, descripciones, enseñanzas y decisiones poco tienen que ver con la concepción propia que tienen los “orientales”.
Hagamos un ejercicio juntos: ¿cuál es la imagen que tienen de un árabe, un iraní o alguien de religión musulmana? El oriental es malo. Es terrorista. Es despiadado. ¿Verdad? Es más, mientras más años tengas, más probable es que tengas un concepto negativo. No es tu culpa, sino del contexto histórico que te tocó vivir.
Esta tensión Este-Oeste que plantea Said está presente constantemente en la trama argumental, ya sea regresando al pasado para rememorar la Guerra Fría entre EEUU y la URSS, como también creando personajes “orientales” dispuestos a destruir ciudades enteras con tal de cumplir sus objetivos.
A mí me resulta muy simbólico que la construcción del enemigo principal del juego se origine durante la Guerra Fría. Esto está basado en revivir viejas amenazas para justificar los problemas del presente.
Para mí, el momento cúlmine del Orientalismo en CoD4 es cuando los soldados británicos torturan a Khaled Al-Asad, el líder de las fuerzas terroristas que llevan a cabo el golpe de estado en el anónimo país de Medio Oriente. Atado a una silla, es golpeado y abatido, y finalmente lo ejecutan de un disparo cuando brinda la información necesaria. Pero, claro, es “lo que se merecía”. Cuando Al-Asad hizo cosas similares, era un tirano, un asesino, un monstruo, y su ejecución es un acto de justicia.
Podemos leer entre líneas: los buenos hacen el bien; los Orientales (los malos) hacen el mal.
Construyendo estereotipos
Todo este análisis nos sirve para algo fundamental: los videojuegos, como el cine, pueden ayudar a construir estereotipos de una manera bastante negativa.
Muchas de nuestras concepciones o percepciones de los países extranjeros se basan en construcciones que nada tienen que ver con nuestra experiencia personal. Yo conocí árabes, egipcios y sirios, todos de religión islámica (algo muy poco común en Argentina), y de terroristas no tenían nada.
Es más, cuando uno de ellos habló de fútbol, de comer un asado y hasta se le escapó un “pelotudo”, yo me sentí confundido. Ahí me di cuenta del daño que los estereotipos me habían hecho.
Y pasa con todo. En Argentina, si yo digo “asiático”, todos se imaginan: Chinos.
Si yo digo “Oriental”, se imaginan árabes, sirios o iraníes; aunque, si sos argentino, seguro que usás el término “Turco” para referirte a toda persona con rasgos típicos del oeste asiático.
¿El sudeste asiático? Es como si no existiera. Y ni hablar de que hemos deformado tanto el término “Indio” que ya ni a los Indios les decimos Indios.
Mi punto con todo esto es el siguiente: como guionistas y/o Game Designers -y creadores de contenido en general- tenemos una responsabilidad en nuestro trabajo. Y cabe una aclaración: para los creadores de CoD4, su juego es una gran victoria desde el punto de vista del contenido, porque reivindica aquellos valores que ellos consideran importantes. Esto es algo que no hay que perder de vista.
Trabajemos responsablemente, y aprovechemos la oportunidad que los videojuegos nos presentan para crear contenido espectacular.
¿Jugaron CoD4 o algún juego de la franquicia? ¿Qué sensaciones les transmitieron? ¡Dejen sus comentarios con sus pensamientos y reflexiones!