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Caballeros de Enären: los Magos

Es necesario desarrollar ampliamente la orden de los Magos, ya que los principales personajes de la historia pertenecen a esta hermandad.

Notarán que el título dice “Caballeros de Enären”, y tiene una buena explicación. Verán, cuando comencé la historia hace tantos años, no tenía conocimiento acerca de las convenciones tradicionales en los mundos de fantasía en torno a las clases de personaje.

Magos, Guerreros, Druidas, Hechiceros, eran palabras que había visto en algunos juegos, sin saber que, en la cultura geek, ya había una clara definición para ellas. 

Entonces, cuando utilicé el término “Mago” para la orden a la que pertenecen mis protagonistas, no tenía en mente un sabio erudito, sino una persona con capacidades superiores a un humano común.

Si conocen de juegos de rol y quieren la definición rápida de mis Magos, digamos que son Battle Mages o Magos de Batalla: guerreros con capacidades mágicas, o mejor dicho, magos con capacidades marciales. 

Notarán entonces dónde se origina el término “Caballeros” para referirse al nombre original de la orden. En la historia, el título de “Magos” se asigna a los Caballeros de Enären a través del boca en boca de las personas sin capacidades mágicas. Con el tiempo, incluso los mismos Caballeros de Enären adoptaron el término, y está ampliamente utilizado para referirse a esta orden.

Sin más introducción, voy a dejar en este artículo todo lo que puedo compartirles acerca de los Magos sin caer en spoilers.

Descripción

La Orden de los Caballeros de Enären, comúnmente llamada “Orden de los Magos”, es una hermandad de Invocadores originaria del plano de Khäria. 

En la actualidad, es una de las pocas órdenes con un número limitado de miembros, ya que cada Mago es bendecido en su rito de iniciación con la magia de uno de los cuarenta y ocho Ünimi (legendarias criaturas mágicas) que aportaron su sangre y magia para la fundación de la hermandad, seis por cada elemento.

Sin embargo, originalmente la Orden poseía cientos de miembros llamados “Aspirantes”, quienes, como su nombre lo indica, aspiraban a convertirse en Magos una vez que hubiera una vacante. Algunas personas morían siendo Aspirantes, pues o bien nunca tenían la oportunidad de llenar una vacante, o bien otros Aspirantes se ganaban el honor de convertirse en Magos.

En un principio tenían su sede política en la Ciudad de Actubriòn y su sede militar en el Valle de los Invocadores, en el Castillo Ancestral. Actualmente, luego de su pérdida de influencia y caída en desgracia, su sede central y única es dicho Castillo.

De todos los Invocadores, los Magos son aquellos con mayor conexión con los elementos y la magia en sí, debido a su vínculo con el Etéreo de la magia, Enären.

Controversia con el título de la Orden

Como se mencionó, la hermandad fue fundada con el nombre de Orden de los Caballeros de Enären, siendo Enären la encarnación de la magia prístina y primigenia en una entidad.

Lo cual es curioso porque los Aspirantes, al convertirse en Caballeros, pasan a dominar uno de los ocho elementos en vez de controlar la magia primigenia, o bien su representación en el plano material, la magia arcana.

La explicación a esta confusión se encuentra en el concepto fundacional de la hermandad: cuando los Magos fueron creados, no tenían ningún tipo de dominio elemental, sino que sólamente sometían sus cuerpos a un entrenamiento marcial que “despertara la magia en su interior”.

Los primeros Caballeros de Enären eran realmente guerreros con capacidades sobrenaturales, algo que se mantiene hasta el día de hoy. Y es a través de generar ese vínculo primigenio con Enären que logran ese despertar.

Características

A pesar de no haber sido fundada como una orden racialmente homogénea, en la actualidad los Magos están limitados sólo a los Kanaöni. 

Cuando un individuo ingresa a la orden, comienza a ser entrenado y es considerado un “Iniciado”. Sólo cuando comienza a manipular adecuadamente sus aptitudes marciales, puede convertirse en “Aspirante”. 

Como se dijo, sólo hay un cupo de 48 Magos, uno por cada Ünim. Actualmente la Orden está muy reducida y ni se llega a completar el cupo.

Los Magos practican el Aĵänkhar (a-YAN-car), un arte marcial muy antiguo cuyos movimientos y filosofía potencian su conexión interna con Enären. Es por esto que, mientras más desarrolle un Mago sus aptitudes físicas, más poderoso será y más capacidades mágicas tendrá.

La conexión con la magia potencia sus capacidades físicas. Un Mago es capaz de increíbles proezas de fuerza, de dar grandes saltos, realizar intrincadas maniobras y piruetas en el aire, nadar durante horas, etc. 

El Aĵänkhar también potencia lo que usualmente se llama “Aura” u “Ojo Interno”. Se trata de un sentido de percepción similar a la propiocepción (la cual también desarrollan en gran medida), pero actúa de manera externa: se trata de tener total conciencia de lo que ocurre alrededor del propio ser. 

Algunos lo describen como “sentir las cosas en torno a uno mismo”, otros la definen como “externocepción”. El Aura se entrena mediante práctica y meditación, y en el caso de los Magos también funciona como una extensión de su ser, permitiendo a los más expertos realizar invocaciones desde cualquier punto que abarque su Aura.

Para combatir, cada Mago combina el Aĵänkhar y su Aura con otras escuelas de lucha, otras artes marciales, u otros estilos de armas. Esto puede darse debido a las influencias de su país o nación de origen.

Cuando el Aspirante puede convertirse en Caballero, ingresan al sagrado Templo de la Ascensión (ubicado en el centro del Valle de los Invocadores) y son elegidos por un Ancestro y luego por un Ünim del elemento de dicho Ancestro. Allí prestan juramento y esto lleva a que solamente puedan canalizar un solo elemento.

Los Magos no se rigen por hechizos, palabras de poder ni rituales, sino que canalizan directamente la Magia a través de sus cuerpos. Para esto, los Magos se rigen por una serie de Principios de la Magia.

Vida de un Mago

El día a día de un mago se basa en un disciplinado entrenamiento, meditación y autocontemplación. Incluso sin sus antiguos propósitos, los Caballeros de Enären aún se enfrentan a conflictos que sólo ellos pueden resolver.

Suelen emprender largos viajes para perfeccionar su supervivencia y su conocimiento de su propio ser.

La dieta de un mago es sana y equilibrada. No consumen carne a menos que sea vitalmente necesario, de la misma manera que están en contra de la cacería a menos que su vida dependa de ello. Por ejemplo, suelen cazar y comer carne si han emprendido un largo viaje.

Muchos Magos se abocan a un pasatiempo u oficio para distenderse de su entrenamiento, o bien para ampliar sus conocimientos. Algunos hasta son artífices de un oficio mágico.

Los Magos no se rigen por un sistema de moneda, y de hecho sólo utilizan oro en sus viajes (si es que lo utilizan). Son autosuficientes y, junto con los Druidas, los Hechiceros y los Corsarios, se distribuyen las tareas del Valle de los Invocadores.

Los Magos no son célibes. De hecho, se fomenta el amor como uno de los principios morales de la Orden y como una de las mayores causas por las que luchar. Es por esto que su vida también puede estar abocada plenamente a su familia. 

Perfil de un Mago

En sus orígenes, convertirse en Caballero de Enären era un orgullo y un honor incomparables. Sin embargo, ya no es el caso.

Por lo general, una persona que llega a convertirse en mago es alguien que está huyendo de una vida anterior. Khäria no es un mundo para supersticiosos, por lo que algunos criminales perseguidos deciden huir a ese plano para dar fin a la persecución; no todos acaban en el Valle de los Invocadores, y no todos los que sí lo hacen se convierten en Magos.

Personas exiliadas o expulsadas de sus naciones por algún motivo también pueden toparse con el Valle de los Invocadores.

Otros se unen a la Orden porque nacieron en el seno de una familia de Magos y deciden seguir los pasos de sus progenitores o parientes, pero es algo poco común.

Función de la Orden

A pesar de que los Magos actualmente están en peligro de extinción, debido a sus filas reducidas y una seguidilla de conflictos que los han dejado debilitados, la orden aún se mantiene en pie y luchan para mantener el equilibrio.

Es éste el principal proposíto de los Magos. Filosóficamente, un mago se prepara para tanto para proteger y restaurar, como para intervenir y destruir.

Aunque los registros del origen de los Magos y de los siglos anteriores a la Gran Oscuridad se han perdido, históricamente los Caballeros de Enären han intervenido en numerosas guerras, a favor de una nación u otra, han puesto fin a cientos de cacerías de Ünimi, y han protegido a otros Invocadores cuando se encontraban en peligro.

Ya sea desde las sombras, con hábiles estratagemas, asesinatos estratégicos y minucioso espionaje, o en el medio de las batallas con su inigualable habilidad en combate, los Magos han beneficiado a una u otra región de acuerdo a su nivel de amenaza. 

Sin embargo, recluidos en su sede en el Valle de los Invocadores y perdiendo su influencia poco a poco, los Magos se han convertido en parias de la sociedad en la gran mayoría de los mundos. Fuera de Khäria, pocas son las naciones que admiten y aceptan a los Invocadores, y menos son aquellas que aceptan a los Magos.

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