Como el título indica, este desafío consiste en escribir 1000 palabras por día durante 365 días, o sea un año.
El objetivo es sencillo: escribir. No tiene ninguna otra explicación ni secreto oculto por detrás. Porque, sí, hay un montón de objetivos secundarios subyacentes, como escribir contenido regular para el sitio web, posteos para instagram, etc. Pero la verdadera razón es que quiero terminar de escribir todo lo que tengo pendiente.
Con este desafío, voy a escribir unas 365000 palabras en total. NeuroBar tiene aproximadamente 85000 palabras, lo cual quiere decir que en total voy a escribir el equivalente a 4 NeuroBars, e incluso un poco más.
¿Por qué hago esto? Otra vez, la respuesta es sencilla: me gusta escribir. Creo que en el camino fui perdiendo un poco la esencia de por qué empecé a escribir. No soy filósofo, no soy un pensador, no soy académico, ni me considero una persona con algo importante que comunicar con mis escritos.
Pero leer no se trata de descubrir la verdad oculta del universo y de la vida en los renglones escritos por una persona que se pasó horas meditando para descubrir el secreto. Leer también se trata de algo sencillo: mirar a través de una ventana un universo alterno, abstraerse un poco de la realidad y vivir una fantasía en la pantalla de nuestra imaginación.
Me gusta escribir. Me gusta perderme en los rincones de mi creatividad y crear mundos nuevos.
Hoy todo está creado, eso dicen siempre. Carajo, yo lo digo siempre. Y siempre la remato con un “lo que cambia es la forma de contarlo”. Y es cierto.
El peso de la originalidad y del mensaje detrás de la historia me han aplastado durante mucho tiempo. He divagado durante años acerca de si vale la pena escribir Heraldo de los Ancestros, por ejemplo. Porque, ¿a quién le importa mi libro si no tiene nada relevante que decir? ¿Quién querría leer algo que es más de lo mismo?
Y sin embargo… he visto tantas cosas que son más de lo mismo, y ahí están.
Las reglas de este desafío son:
- Escribir AL MENOS 1000 palabras por día. Si excedo ese número, bien.
- Las 1000 palabras pueden ser un rejunte de muchos proyectos paralelos a la vez: una página para el sitio web, un guión para un video, un fragmento de un libro.
- Diariamente, hacer un posteo en Instagram que incluya: conteo de días, palabras del día, cantidad de palabras hasta el momento. El formato del posteo es indistinto: puede ser un garabato de Mr D, o un mini reel, o una foto.
- ¿Por qué Instagram? Porque es una red con la que me siento cómodo. Además, de alguna forma tengo que difundir mi trabajo, porque tener presencia en redes es la herramienta que me ayudará a convencer a las editoriales de publicar mis libros.
- Algo lindo para incluir en el formato de los posteos es “lo que más me gustó de lo que escribí hoy fue: …”
- Algunos hashtags que se me ocurren: 1kWords, AYearOfWords, MilPalabras.
- No puedo incurrir en ninguna actividad de ocio sin antes escribir las 1000 palabras. Y es fácil preguntarse, “Pero Duilio, ¿escribir no debería ser en sí misma una actividad de ocio y relajación?”. Y sí, lo es, pero hay otras actividades de ocio y relajación mucho más entretenidas, de fácil acceso, de menor esfuerzo, y de gratificación más instantánea, como darle duro al Guild Wars 2, que, por todos los dioses, es un juegazo.
- Si algún día me hallo en una situación que me tenga muchas horas fuera de casa, tengo que procurar cumplir mis propios consejos y tener siempre a mano cuaderno y bolígrafo.
Acompañado de las reglas del desafío, están las nuevas reglas del sitio web. Y atención porque no le estoy diciendo “Blog”, sino Sitio Web. Ya no quiero tener un Blog en donde publique consejos, o guías, o nada por el estilo. Honestamente pienso en eso y me agota.
Siempre dicen que los blogs tienen que tener una temática puntual, y buscar algo de nicho. ¿Querés algo de nicho? ¿Qué más de nicho que mis propios universos ficcionales? Listo, de eso se trata el sitio. ¿Podría haber un sitio exclusivo para NeuroBar? Sí. ¿Un sitio exclusivo para Heraldo de los Ancestros? También. Pero no se trata de eso. Digamos que la temática del sitio es “un espacio para desarrollar mis universos ficcionales”.
¿Mis proyectos de videojuegos son universos ficcionales? Y, la verdad que yo pienso que sí. Tampoco es que desarrolle demasiados juegos ni que tenga mil proyectos. Son dos proyectos y uno es parte del universo NeuroBar, así que estamos en la misma página. Tampoco trabajo demasiado en ellos, así que no le hago daño a nadie. A lo mejor, después del 1kWords challenge, le metamos energía a algo como “Un Año de Diseño de Juegos”. No prometo nada.
Estoy cómodo en mi decisión de enfocar el sitio sólo a contenido de mis universos ficcionales. No pretendo un millón de visitas diarias, ni mensuales, ni anuales. Sí pretendo tener una plataforma donde publicar de manera autónoma el trasfondo de mis historias.
Esto me lleva a otra nueva regla de mi sitio: a la mierda con el SEO. Y lo digo así de manera tan académica y refinada porque es exactamente lo que pienso. Basta ya de Marketing Digital y buscar la forma de que mis escritos aparezcan de manera orgánica en las búsquedas por internet. Basta, en serio. Es presión que no necesito. Si en algún momento a alguien le gusta mi trabajo, se va a enterar del sitio, y no va a ser porque googleó algo y le apareció mi flamante artículo sobre “Cómo evitar los Deus Ex Machina”.
A todas estas notas y entradas que tengan mínimamente que ver con una especie de consejo las voy a catalogar como “pensamientos”. Así es, ya no están dirigidas a nadie, no tienen un público objetivo, ni están pensadas para atraer lectores al sitio. En tu cara SEO, a ver cómo querés hacerme sentir mal de que no tengo alcance. Si son mis pensamientos tienen un alcance del 100%, porque me alcanzaron a mí y listo. ¿Podría tener mis pensamientos anotados en un documento en mi computadora? Sí, pero ¿dónde está lo divertido en eso?
Sí estoy de acuerdo con la idea de tener una agenda de contenidos y publicaciones. Pero no para toda esa basura que dicen de que “si sigues una agenda, tu público sabrá cuándo esperar tu contenido”. Si siguis ini igindi, ti pibliqui sibrí quiindi ispirir ti cintinidi. Lo hago porque me da un orden mental y mini-objetivos qué perseguir y cumplir.
Dicho esto, de la manera más madura y adulta posible me atrevo a decir, la “agenda” sería algo como:
- Publicar dos artículos en el sitio a la semana. Los artículos incluyen:
- Trasfondo de Heraldo de los Ancestros.
- Trasfondo de NeuroBar.
- MVPs o historias cortas de HdlA y NB (esto uno por mes).
- Pensamientos, como éste.
- Publicar dos Reels a la semana. Los Reels no tienen nada que ver con la escritura, pero sí tienen que ver con el tema de la presencia online. Además, me divierten. Además, ayudan a que el IG no sea una cosa monotemática y aburrida. Los Reels incluyen:
- Te lo explico en un toque.
- BookTips.
- Mini explicaciones de mis universos ficcionales.
- Documentación de Juegos.
Con esto ya llevo más de mil palabras, me llevó unos 40 minutos y eso me ha llenado de entusiasmo y una energía renovada. Creo que 1 hora por día es un buen número.
También me entusiasma este proyecto, mucho. Creo que el Duilio de 13 años que decidió que iba a ser escritor estaría contento. Imaginate si ese pibe mirara al futuro y viera que abandoné una de las decisiones más importantes que tomó en su vida.
El 1kWords Challenge empieza el 21 de Septiembre de 2023, con la llegada del Otoño en el hemisferio norte y la Primavera en el hemisferio sur.
Ésta es la prueba piloto. La escribí para comprobar cuánto tiempo me llevaría al día, y para ayudarme a organizar mis ideas.
Esto me recuerda que tengo que dedicar un tiempo a limpiar el sitio y hacer un poco de saneamiento.
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Créditos:
La imagen destacada la hice con Midjourney.
Las palabras las escribí yo sin ayuda de ninguna IA. Ah, ¿te imaginás qué bodrio proponerse escribir 1000 palabras y después encargarle a una IA que lo haga?