El Pueblo de los Kifäni – Desarrollo de HdlA

Voy a confesarles algo: no tengo ni la más pálida idea de cuándo, cómo y por qué creé a los Kifäni (pronunciado qui-FA-ni). Realmente, no lo recuerdo. Pero a no desanimarse, porque tengo una teoría. Prepárense porque se viene la parte anecdótica.

Mi teoría es que los Kifäni surgieron de un sueño que tuve. Digo que es una teoría porque me acuerdo perfectamente que los Kifäni ya existían en ese sueño, pero no sé si fueron creados antes o después de dicha experiencia onírica.

Sin embargo, lo recuerdo como si fuera ayer. Y la mejor parte es que fue un sueño que tuve en cuotas: una noche soñé una parte, otra noche otra parte, otra noche resoñé un poco de lo que ya había soñado, y luego continuó la trama. Un lujo.

En el sueño, los Kifäni vivían en una aldea escondida en el paso de una montaña, con toldos colocados a la entrada de cada pequeña cueva. Sillas, vasijas, barriles y toneles, un sinfín de objetos decoraba el desfiladero que los huidizos Kifäni habían hecho su hogar.

A esta gente deben haberle gustado mucho los nabos, porque recuerdo patente a uno bastante panzón sentado a la puerta de su casa diciendo a viva voz “¡Esto es un nabo!”, y comiéndolo con ganas.

A este pequeño poblado lo dominaba cruelmente un Kifäne invocador, un brujo, un hombre cuyo uso de la magia era para someter a los demás.

No quiero contarles todo el sueño porque no viene al caso. Lo que importa es que ese sueño me dio tres rasgos fundamentales de toda la raza Kifäni. Ahora los veremos.

La gente Kifäni

Los Kifäni son una raza de gente de baja estatura, aunque muy resistentes y muy laboriosos. Poseen el cuerpo cubierto de una fina capa de pelo, ojos grandes y orejas puntiagudas. De todas las razas, es la más resistente a los ataques mágicos.

Los tres rasgos que me dio el sueño que mencioné son los siguientes:

Son un pueblo muy reducido en número.
Son un pueblo escondido, que prefiere la vida en lugares ocultos.
Son un pueblo capaz de usar magia muy poderosa.

Esto genera muchos por qués, que pueden ser fácilmente respondidos gracias al propio trasfondo de Heraldo de los Ancestros: los Kifäni ya vivieron su “fin del mundo”. Lo cual los vuelve una raza sumamente interesante e importante para la historia en general.

Una guerra muy antigua y oscura supuso el fin de la raza Kifäni y sus civilizaciones tal y como se las conocían. Originalmente oriundos del mundo de Ärna (pronunciado AR-na), los pocos Kifäni que existen actualmente se encuentran disgregados y dispersos en diversos planos, ocultos a los ojos de las demás razas.

Estamos hablando de milenios y milenios, generaciones y generaciones de Kifäni que no han osado asomar la cabeza, por miedo a sufrir el mismo destino de sus antepasados.

Entre ellos se habla de una era en que su gente era gloriosa, aguerrida, poderosa. Con grandes y poderosas ciudades asomando entre los bosques y montañas de Ärna. Pero ya nada de eso existe hoy, lamentablemente.

Biología

Los Kifäni son una esecie mamífera, con la peculiaridad de tener un tiempo de gestación superior a otras especies humanoides de este universo ficcional, a pesar de ser de menor estatura. Un Kifäne tarda entre diez y once meses en gestarse en el vientre materno.

Posiblemente esto sea a causa de la natural resistencia a la magia innata de los Kifäni. Su pelaje es capaz de absorber y hasta desviar hechizos o parte de ellos. Curiosamente, el pelo Kifäne no combustiona ni es inflamable.

Etnias Kifäni

Ërsil (pronunciado ER-sil): son los más altos, delgados y estilizados entre los Kifäni, alcanzando hasta 1,60m de altura; viven en bosques y junglas y su pelaje está en los tonos rubios y pueden tener destellos verde manzana, anaranjados o celeste. Sus ojos son verdes o dorados.
Täeryorn (pronunciado TA-e-riorn): son los de menor estatura y suelen excavar grandes complejos de túneles en los que esconderse. Su pelaje va de los tonos negro a pelirrojo, y sus ojos son blanquecinos o grisáceos.
Drólf (pronunciado simplemente DROLF): se esconden en las montañas y son de estatura baja y complexión robusta. Sus ojos son marrones o rojizos. Su pelaje es amarronado o pardo.

Rasgos Culturales de los Kifäni

Si la cultura Kifäni ha desaparecido, ¿por qué importa hablar de ello?

La realidad es que aún no hemos visto lo último de los Kifäni. Los poblados aislados que aún quedan, esparcidos por toda la creación, nos muestran a una gente con tendencia a la sencillez.

El amor y la pasión por las cosas más simples de la vida nos hablan de una civilización que debe haber valorado en gran medida las artes, la comedia y los banquetes, pero también de una curiosidad sin comparación en las otras razas.

Las ruinas Kifäni que aún pueden encontrarse en las entrañas de Ärna revelan laboratorios, bibliotecas, academias y observatorios, demostrando una avidez por descubrir e investigar muy arraigada en la especie.

Invocadores y Tradiciones Mágicas

La gran resistencia a la magia propia de su raza ha llevado a los Kifäni a ser grandes investigadores de la magia, sus usos y aplicaciones.

Encontramos entre los Kifäni sobrevivientes dos tendencias respecto a la mágia: una tentendcia religiosa y otra investigativa. Los primeros se comportan como guías espirituales de su gente, una tradición que se pasa de clérigo en clérigo.

Los segundos son más bien hermitaños, hombres y mujeres abocados a la ciencia de la magia.

Kifäni con Cornamentas

Boceto reciente de una Kifane femenina con cornamenta

Entre los Kifäni, nacer con una cornamenta es un rasgo de grandeza.

Entre ellos se cree que quienes nacen con cuernos llegarán a hacer grandes cosas, aunque es una raza que hace siglos ha contado con escasa densidad de población.

Hoy, los Kifäni con cuernos son muy escasos, y se posicionan en lugares de liderazgo y gobierno.

Creencias Populares en Otros Mundos

Debido a milenios de mantenerse escondidos, los Kifäni no son muy conocidos entre las demás razas. Los avistamientos de Kifäni se limitan a aquellos pocos que, cual ovejas negras entre su gente, salen de sus escondites en busca de aventuras. Y hablando de aventuras, también hay aventureros y exploradores que han encontrado asentamientos Kifäni, sólo para encontrarlos abandonados al regresar.

Dicho esto, es importante remarcar que los Kifäni han alimentado las leyendas de las razas que en otros unviersos ficcionales se conocen como Enanos, Hobbits, Medianos, Gnomos, etc.
Debido a su escacez, es usual entre los aventureros decir que encontrar un Kifäni es sinónimo de buena suerte.
Las ligas de arqueólogos y exploradores que se han aventurado a descubrir las ruinas Kifäni están convencidos de que eran una raza con facilidad para el oro, lo cual ha llevado a pensar que los Kifäni tienen tesoros ocultos, dispersados por toda la creación. Tal vez sea verdad, tal vez no.