Es importante que hablemos acerca del Templo de la Ascensión, a pesar de que tengo que ser cuidadoso para no caer en spoilers.
Esto es porque el Templo es central en la trama. Ya en la nota de El Valle de los Invocadores hablamos sobre este mítico edificio, así que es momento de dedicarle unas líneas exclusivas.
Como ya vimos, el Templo es central en el entrenamiento de los Etereantes, y tiene a su alrededor un velo de misterio que muchos personajes darían sus vidas por develar.
Acerca del Templo
El Templo de la Ascensión está ubicado en el centro del Valle de los Invocadores, en un islote al que se puede llegar por cuatro puentes de una arquitectura antigua y arcaica.
El mismo templo sigue el mismo estilo arquitectónico, y es la única estructura que presenta semejantes rasgos en todo Khäria. Este carácter único ha llevado a un sinfín de conjeturas en torno a su origen, pero la falta de más pistas y datos dejan perplejos a los arqueólogos e investigadores.
La mayoría de los Invocadores simplemente acepta su existencia y su cualidad de lugar sacrosanto, un santuario donde la magia fluye y se siente como si fuese palpable.
El edificio en sí tiene una disposición circular, con ocho alas dispuestas según los puntos cardinales, como una gran rosa de los vientos. Cada ala está destinada a honrar uno de los ocho elementos.
La decoración en cada ala es como si hubieran lanzado miles de conjuros hacia las paredes y hubieran “petrificado” el elemento propio de cada hechizo.
Los expertos en el elemento tierra afirman que la roca con la que está construida el Templo no pertenece al plano material, y de hecho jamás han logrado encontrar un mineral semejante en el resto de los mundos.
Estructura del Templo
He hecho muchos bocetos para la plantilla y estructura del Templo de la Ascensión, pero finalmente me he decidido por el siguiente:
Paso a explicar un poco:
El Templo tiene una estructura cónica, con una punta amesetada que sirve de terraza para celebrar las ceremonias de Ascensión que veremos a continuación.
Las paredes del cono consisten en una serie de escalinatas circulares que circundan todo el Templo, permitiendo llegar a la terraza central desde cualquier punto.
El Templo en sí es a cielo abierto, salvo por las ocho torres en su perímetro. Sólo se puede acceder a dichas torres a través de los puentes que las conectan con la terraza central, obligando a quienes quieran visitarlas a subir hasta lo alto del Templo.
Cada torre representa uno de los ocho elementos.
Dentro de cada torre hay un recinto circular con seis pilares o monolitos, cada uno representando un Ünim o criatura mágica.
Función
A pesar de su nombre, el Templo no es un lugar de culto. Los Invocadores en general lo utilizan como un sitio de meditación e incluso de entrenamiento.
Todas las hermandades convergen de manera pacífica a su alrededor; no hay lugar para discriminación ni para prejuicios, pues cualquiera que desee acudir al Templo es bienvenido.
No posee sacerdotes ni guardias, no hay centinelas ni monjes que cuiden sus peldaños ni limpien sus columnas. El Templo se mantiene a sí mismo, impoluto y en pie; es la misma magia lo que dota de “vida” a este edificio arcano.
Su nombre deviene del único ritual que los Invocadores celebran en la cima de sus peldaños. Cuando un aprendiz está listo para convertirse oficialmente en un Invocador de una de las cuatro hermandades, es decir, para “Ascender”, el rito es llevado a cabo en el Templo de la Ascensión.
La Ascensión de un Etereante
Para los Etereantes, este rito es mucho más espiritual, ya que interactúan directamente con el Templo. Hechiceros, Druidas y Corsarios pueden Ascender en cualquier lado, independientemente de dónde estén; en cambio, los Etereantes necesitan del Templo.
Es allí donde son elegidos por uno de los ocho elementos, y luego por uno de los seis Ünimi de dicho elemento, algo que ya describimos cuando hablamos de los Caballeros de Enären.
La tradición es sumamente antigua y se remonta a los tiempos de la fundación de la Orden.
Cuando un aprendiz pronuncia su juramento a los Ancestros, la creación y el equilibrio, una de las ocho alas cobra vida, se enciende con los poderes de su elemento, y muestra el camino al nuevo aprendiz.
Allí, el nuevo Etereante es imbuido con los poderes del elemento y de la bestia mágica que se le ha asignado.
A partir de entonces, el aprendiz se ha convertido definitivamente en Etereante, y comienza la segunda etapa de su entrenamiento.
El Templo a Través de la Historia
El Templo ha sido siempre protagonista de los conflictos más relevantes en la historia de la Magia.
Ya sea como refugio o como zona blanca, el Templo ha tenido siempre un significado relacionado estrechamente con la paz, el descanso y el armisticio.
Incluso en el conflicto más reciente de nuestra época, el surgimiento de los Jerarcas, el Templo se mantuvo por fuera de las intenciones políticas de todos los bandos involucrados.
Los Jerarcas, Invocadores que se atribuían el deber divino de gobernar sobre los diversos pueblos y, por ende, sobre la creación, afirmaban que el Templo debía convertirse en el núcleo obligatorio de cualquier entidad relacionada con la magia.
Sólo a través del rito de Ascensión un Invocador podía recibir el regalo divino de la superioridad por sobre el hombre normal.
Esto nos da un vistazo general a lo que se concibe en torno al Templo, incluso por facciones extremistas, autoritarias y/o disruptivas.
Definitivamente tendrá un papel protagónico en la historia que vamos a contar con los libros de Heraldo de los Ancestros.